🌿 Decidir es vivir – Vivir es decidir – Una historia y Seis Accionables – Un héroe con Doce espadas contra Dos Tramposos y Doce Malvados

Voy a darte una primicia:

Tú tienes las únicas dos llaves para una vida plena y exitosa. Son imprescindibles.

Pero nadie te ha enseñado a usarlas.

De todas las habilidades blandas de las que te hablan, hay dos que son clave. Casi nunca aparecen. Te las mostraré aquí.

Te dicen estudies, entrenes y mejores tus habilidades. Debes ser un mejor líder, más empático y un buen comunicador. También, debes aprender a hablar en público. Últimamente, se añade siempre que cuides tu resiliencia.

Pero, yo te digo que hagas eso después. Primero, trabaja a fondo las dos habilidades básicas. Son las que te mantendrán sano mentalmente, eficiente y casi excelente.

Te voy a hablar de las únicas dos habilidades que se centran en ti y en nada más. Que dependen de ti y de nadie más.

Son como el pan y la sal de una vida plena.

Te hablo de

  • La capacidad de mirar la realidad y comprenderla.
  • La de decidir para actuar en consecuencia.

Esas son las verdaderas armas para una vida plena, fructífera y de calidad.

Cuanto mejor mires y comprendas tu realidad y tu entorno, mejor decidirás. Así, interactúas con lo que te sucede en este mundo.

Ahora te contaré una breve historia. También, te daré unos consejos simples y poderosos, como se los daría a alguien a quien quisiera mucho.

Prepárate para leer con atención.

DECIDIR ES VIVIR

Intenta vivir un día entero sin decidir y no podrás siquiera salir de tu cama.

La vida entera se hace de microdecisiones. Desde si te duchas ahora o después hasta si cambias o no de trabajo, de pareja, de ideas o de destino.

Tu vida y la mía están hechas de una suma enorme de decisiones, aunque no siempre seamos del todo conscientes.

Incluso tu vida y la mía son producto de lo que decidieron nuestros bisabuelos. Heredamos los frutos de sus decisiones, incluso de las decisiones que decidieron no tomar.

Por eso nacimos en esa ciudad o pueblo y no en otro. Por eso, tienes o no tienes esa religión, idea política, o costumbre de comer pan con chocolate. O de decirle a tu abuelo Yayo, Grand-Papa, o Babo.

Somos un cuerpo pequeño en un pequeño sitio del mundo. Estamos condicionados por miles de decisiones que nos trajeron aquí.

Ese es tu presente (y el mío).

Pero lo más importante, es que desde este momento actual, con cada nueva decisión tú dibujas tu futuro. Y el de tu gente y de tu entorno.

El futuro no es una foto fija: es una película cuyo guion se escribe con cada decisión que tomes o no tomes hoy.

Por eso es por lo que yo tengo la seguridad de que vivir es decidir. Y también sé que decidir es vivir, porque del modo en que decidimos, es el modo en que vivimos

Si consigues decidir con una visión amplia, con coraje, con determinación, con responsabilidad y alegría, pues así será el futuro que estés construyendo.

Estoy convencida de ello. No en vano en mis más de 28 años como CEO debo de haber decidido más de 100.000 horas en situaciones complejas. Pero además, decidí cuando emigré, decidí un país, una vida distinta, decidí un oficio, y lo cambié más de una vez. Decidí estudiar y trabajar de un modo diferente al que se esperaba de mí. Decidí en quién confiaba y de quién aprendía.

Además, sé muy bien cómo decide uno y se equivoca. Esto es algo que curiosamente no suelen contarte.

Por todo eso, tengo una valija cargada de cosas que puedo enseñarte, si de decidir se trata.

Porque aquí viene lo más importante: nadie nos enseña a decidir.

Salvo en los casos en los que te formas en eso llamado habilidades blandas, no nos enseñan a decidir. Se espera que sea algo natural, una especie de ciencia infusa.

Fíjate

Cuando te enseñan Toma de Decisiones como habilidad blanda, sólo te muestran técnicas mecánicas.

Muchas veces, además, terminan siendo maneras de hacer elecciones casi por descarte.

Porque es cierto que para alguna ocasión más o menos sencilla te puede servir una matriz.

Pero eso que muchas veces se llama herramientas para la toma de decisiones no dejan de ser herramientas de análisis. Para usar antes de decidir. Para estudiar el terreno.

Eso vale para un PESTEL, un DAFO por poner ejemplos de empresa, o un procedimiento de 5 Por Qués (5 Why).

Te vale hacer mapas mentales y usar el Método SMART para fijar tus objetivos. Claro que eso te vale.

Pero tú no vas por la vida usando matrices para decidir si cambias de trabajo, si emigras, si te cambias de casa, de pareja o de corte de pelo.

Nadie vive así.

Usar matrices no se parece al acto profundo, adulto y lleno de poder que es decidir.

Porque, tanto en lo personal como en negocios, decidir es complejo. En realidad, se basa en tus actitudes y aptitudes.

Es decir, se basa en cómo ves el mundo. También, en cómo respiras al hacerlo. Y en cómo decides con tu mente y tu alma.

Por ejemplo: alguien inseguro decidirá poco. Quizás, lo hará tarde. Probablemente, troceará la decisión, creyendo que así reduce los riesgos.

Alguien impulsivo quizás decida con pocos datos.

Alguien desconfiado podrá retrasar la decisión hasta tener mil certezas, informes y compromisos.

Por eso, si vivir es decidir, también decidir es un modo de vivir.

Vamos a mirar esa idea con un poco más de profundidad.

¿Qué problema veo yo en la manera en que nos han equipado para decidir,

¿Qué problema veo yo en el modo en que nos han equipo, nos hemos equipado, para decidir, que es tanto como el modo en que estamos equipados para vivir?

Creo que nos han dejado con pocas herramientas, poca disciplina y muy poco entrenamiento. No solo para decidir sino -y peor- para implementar, aplicar, desarrollar y hacer realidad nuestras decisiones.

Además, hemos aterrizado en la vida adulta con Dos Tramposos que se juntan con Doce Malvados.

Vamos, lo que se dice una auténtica peli de terror o de gángsters.

¿Y quién es el prota de esa peli?

¿Quién es el chico/chica/chique que debe salir airoso del cruce con esos indeseables? Pues, tú.

No lo dudes ni un momento: el protagonista de tu propia vida -y por tanto del modo en que decides- eres tú

Ahora, te voy a presentar a tus Tramposos y tus Doce Malvados.

 

Cuando termine de hablarte de ellos, te contaré aún algo más importante.

Te diré quién es el personaje que hace frente a toda esa jauría dispuesta a complicarte la vida.

 

 

Pero ahora, empecemos con los Dos Tramposos

Primer Tramposo: nadie me puede ayudar

«Estoy solo con este reto de decidir. Este [lío, idea, contexto, mercado, situación] es único y nadie de fuera lo entendería.»

Segundo Tramposo: nadie me podrá entender

 

«Esto se me hace difícil porque es imposible encontrar un cómplice que no tome partido.»

 

Doce Malvados

 

Bloqueo

El bloqueo empieza cuando te es igual de difícil avanzar, dar un paso al lado o un paso atrás. Todos los mecanismos que te permiten moverte se han parado. Es el coche que no arranca.

 

 

Confusión

La confusión aparece cuando has recopilado información, pero no puedes ordenarla bien, porque se surgen muchas contradicciones. No es que tengas ideas ordenadas y opuestas; es que no entiendes qué significan y las atiendes todas a la vez.

Incertidumbre

La incertidumbre aparece cuando no sabes qué camino tomar. Cada opción parece envuelta en una niebla densa. Es la sensación de no tener información para avanzar, de no poder prever las consecuencias de tus decisiones. Este Gran Malvado te mantiene en un estado de duda constante. Cada paso que podrías dar parece lleno de posibles riesgos y recompensas desconocidas. La incertidumbre te paraliza, haciéndote cuestionar cada movimiento y dejándote estancado en un mar de “¿y si…?”.

 

 

Pensamientos rumiantes, ideas intrusivas

Es la vaca quien rumia lo que come. Mastica, traga, manda al estómago. Cuando el bolo de alimento llega allí, un mecanismo en la vaca lo devuelve arriba, para volver a masticarlo.

. Las vacas hacen esto hasta 5 veces con todo lo que comen.

Los pensamientos rumiantes ,como los Malvados, vuelven siempre a tu cabeza. A pesar de que ya habías sacado de ellos la información que necesitas, vuelven.

Estos pensamientos son intrusivos. Aparecen en la cabeza, como si tuvieran vida propia. No puedes hacerlos desaparecer ni ordenarlos en una idea útil.

 

 

Círculos viciosos

Son situaciones negativas que se retroalimentan y con eso, se acentúan. El ejemplo más claro es el de la persona sedentaria que además tiene una mala alimentación.

En el mundo de las ideas, es como reintentar varias veces resolver un mismo problema. Usar una solución que ya sabes que no funcionó.

Te llevará al mismo resultado. Repetirás la solución equivocada. Eso te llevará al resultado erróneo. Y así, hasta el infinito. O hasta que te des cuenta de que aplicas varias veces la misma solución inútil al mismo problema.

 

Inseguridad

La inseguridad es como la desconfianza hacia ti mismo. Podrán decirte que tú vales, pero tú mismo no te fías.

La inseguridad puede parecerse a la baja autoestima. Pero te las pongo separadas. Porque si usamos un escalpelo para deslindar tus emociones, veremos que son cosas distintas.

La inseguridad nace de la falta de autoconfianza y la baja autoestima por la falta de afecto y respeto por ti mismo.

En el primer caso puedes quererte algo, pero te dices que no estás preparado. Muchas veces, se acompaña de la coletilla «todavía no estoy preparado. Tengo que estudiar más, que practicar más, que buscar más información.»

Y no te dices nada de eso porque pienses que eres idiota. Es que inconscientemente te estás comparando con personas que son más hábiles, eficaces o poderosas que como tú te ves a ti mismo.

Te niegas el ver que si te pones a ello, conseguirás lo mismo que tienen esos referentes.

 

Culpa

La idea a veces obsesiva de que podrás causar daño a otras personas, incluso a ti mismo. El error será porque no has hecho lo suficiente. Porque te faltó poner algo, o detectar un riesgo, o aprovechar una oportunidad.

Es una continua sensación de haber hecho o causado algo malo, de romper algún principio de bondad, de buen hacer, de ética, de buena conducta. Y ese reproche continuo nunca permite comprobar si es verdad. Pero si llega a serlo tampoco permite que nazcan la compasión y el perdón.

La culpa es como la madrastra de la responsabilidad.

 

Miedo

Es la sensación de que continuamente acecha algún peligro. Puede ser real o imaginario, presente o futuro. Puede ser a un ser, a una acción, una idea, una situación.

Cuando el miedo está disparado, se llama terror. Es totalmente paralizante.

Caos

Es el máximo desorden. Nada está en su sitio, nada tiene un comportamiento previsible, nada se comporta según sus normas habituales.

El caos es cuando todo parece desmoronarse y las estructuras que te daban seguridad se derrumban.

Te sientes perdido. No encuentras un punto de apoyo. Cada intento de organizar o controlar la situación parece empeorar las cosas. Es como estar en medio de una tormenta donde todo vuela a tu alrededor, y tú estás en el centro tratando de encontrar un camino claro.

Opinión ajena

Es la sensación constante de que todos estarán pendientes de ti. De tu existencia, acciones y comportamiento. 

Y eso lleva a una continua sensación de ser observado y por tanto, juzgado. Eso hace casi imposible librarse de esa mirada exterior. Parece que obliga a contener el comportamiento, para ajustarlo a un juicio y castigo/premio externos, incluso de desconocidos.

 

Descontrol

Incapacidad para someterte tú y tu alrededor a algún tipo de norma, orden o disciplina. Es como si todo lo que pasa, fuera y dentro de ti, tuviera vida propia.

Eso te impide ser dueño, en ese tiempo, de tu vida, tus actos y tu destino.

Baja autoestima

Es quererse poco. No hablarte, tratarte, observarte o motivarte como lo harían un padre o una madre cariñosos y afectuosos. Tener sobre ti mismo una mirada y un juicio despótico, maleducado, diciéndote continuamente que no eres digno de nada bueno.

 

Como verás, estos Doce Malvados son realmente insoportables.

No ayudan en nada, y además, tienen la horrorosa costumbre de aparecer juntos, al mismo tiempo.

Es fácil que, si tienes baja autoestima, te sientas culpable. Eso suele causar sensaciones de descontrol y caos.

Un desastre, como puedes ver.

Ahora que conocemos los enemigos, te cuento, como te prometí, quién enfrenta a eso que quiere complicarte la vida.

 

Porque estarás de acuerdo en que, contra enemigo tan fuerte, necesitaremos un gran héroe. Uno fuerte y decidido. Que sepa pelear y ganar terreno.

Porque estarás de acuerdo conmigo en que para combatir enemigos de esa fuerza, energía y disciplina, necesitaremos un héroe, héroa, héroi, que sea fuerte y decidido, que sepa pelear y ganar terreno. Un héroe que sepa cuándo apretar y cuándo soltar, cuándo insistir y cuándo descansar.

Un héroe que no se enrede en la capa ni se tape los ojos con el antifaz.

Buscamos un héroe adulto con la ternura de un niño, la experiencia de los abuelos, la sabiduría de un samurái. También, que tenga capacidad de equivocarse y levantarse, como tu perro cuando juega a perseguirte por la playa.

Un héroe así necesitamos. Para que tú puedas decidir, que es tanto como vivir. Sobre todo porque vimos que hay enemigos muy poderosos.

 

¿Quién podrá, entonces, venir en tu auxilio?

 

Por suerte estás de suerte y sólo hay un héroe posible en un caso como el tuyo.

Sólo hay un héroe posible. Y ese eres tú.

Hay que darte armas para defenderte, primero, y atacar después. Te enfrentas a dos Villanos y Doce Malvados. Te atacan, paralizan y hacen daño,.

Tienes que ganar la gran batalla de las buenas decisiones. Es tanto como ganar la batalla del buen vivir

 

Las Doce Espadas del Héroe para tumbar Tramposos y Malvados

Armas y herramientas para vencer.

Si Superman tenía capa y la mirada de rayos X, tú necesita herramientas. Como quien tiene un taller en el garaje de casa.

Así podrás sacar mejor partido a cada situación y cada momento.

Te daré ahora DOCE CLAVES como DOCE ESPADAS.  Son fundamentales. Dependen completamente de ti mismo. Te permitirán triunfar en tu rol de valiente héroe de tu propia vida.

Te las detallo.

Mira para Decidir

Mirar es una manera de meter el mundo exterior en tu propio mundo. Y no me refiero a pasear con descuido los ojos sobre las cosas. Me refiero a mirar con el interés y el placer de quien sabe que mirar es una forma de poseer.

Si miras el mundo así, podrás poseer cosas más valiosas que si las compraras o las hicieras tuyas.

Mira el mundo, mira la gente, mira las cosas. Intenta asirlo, integrarlo, meterlo dentro de ti.

Porque esa actitud te permitirá ir sumando elementos al sistema de tu vida. Y, al decidir, en alguna de esas 35.000 veces diarias, tendrás mucha información. Te ayudará a tomar decisiones más detalladas, valiosas y fructíferas.

Y eso vale igual para mirar y ver lo que hay. Como para cuando miras y te das cuenta de que algo no está en su sitio o que algo falta.

Es como quien mira con atención ese puente roto al entrar en ese pueblo nuevo. Así tiene la información adecuada si toca salir corriendo porque se declara un incendio. Serás de los pocos que evitarás correr hacia el puente, y eso quizás te salve la vida.

¿Lo ves?

 

Piensa y Habla Contigo

No pasarás con nadie de este mundo más tiempo que contigo mismo. Nadie te acompañará tanto. Nadie te conocerá mejor, incluso en lo más inconfesable de tus intenciones, emociones o sentimientos. De manera que acostúmbrate a pensar como si dialogaras y a hablar contigo mismo.

Muchas veces caemos en pensar como si tuviéramos humo en la cabeza. Nada concreto, sensaciones que nos rodean, que no terminan nunca de tomar cuerpo. Ese manera de pensar no te ayuda a saber más sobre ti y sobre tu vida y sobre lo que quieres y haces. Por eso, cuando pienses, intenta ser concreto, como cuando hablas con otra persona. Si estás decidiendo o evaluando algo, usa frases completas. Nombra las cosas. Y además háblate con cariño y con respeto.

Ese ejercicio es, sí o sí, origen de mejores ideas, mejores razonamientos, y mejores decisiones.

 

Disfruta del Poder que da decidir

Hay quienes viven convencidos de que es el dinero lo que da poder. Y de alguna manera no se equivocan. Otros creen que el poder te lo da presionar a las personas y a las cosas para conseguir, más rápido y barato, lo que quieres. Y tampoco les falta razón.

Pero, si no tienes el mayor de los tesoros en tu cuenta bancaria, ni un alto cargo que haga que los demás hagan y digan lo que quieres, sí tienes algo muy valioso. Jamás podrás perderlo ni nadie podrá quitártelo. Tienes el poder de decidir sobre ti mismo y sobre tu entorno

Porque incluso en la mayor de las esclavitudes, hay poder en decidir qué espacios se conservan libres de la voz del amo. Porque incluso en las mayores de las dictaduras o cárceles, siempre tendrás el poder de no doblegarte. Podrás recordar que cavar ese túnel, buscar ese agujero en esa alambrada para correr y liberarte, depende de que seas capaz de decidirlo.

Hay grandes reyes que no tuvieron jamás tanto poder. No lo olvides.

Cambia y crece

Se habla mucho de si dentro o fuera de la zona de confort. De que para ser libre y hacer grandes cosas, tú tienes que salir de la zona de confort.

Pues yo te digo que ni se te ocurra.

Tú no necesitas salir de la zona de confort, porque esa es, justamente, la zona en la que estás a tus anchas.

Lo que tú sí tienes que hacer, es hacer que el espacio en que estás confortable, sea cada vez más grande, más amplio y más ancho.

Eso te permitirá vivir en tu propio universo con la misma libertad con que viaja por el mundo, quien pone el esfuerzo en aprender docenas de idiomas.

Cambia con tu tiempo, integra cosas, personas e ideas nuevas, ensancha el molde hasta que quepa el universo entero. Esa es la manera de hacer de todo el universo el sitio donde podrás moverte, sin perder para nada la protección del confort.

Haz de tu propia sombra tu zona de confort. Allí donde durante el día puedas verla, ese será tu sitio para estar a gusto. Y viviendo así, no podrás evitar ser mejor, más fuerte y más anchno cada día.

Supera tus propias barreras

De todos los límites que te encuentres en tu vida, los más peligrosos y los más poderosos son los que tú te pongas a ti mismo.

Sea por tu educación, por tu entorno. O sea por tu flojera o por tus prejuicios, o por tus costumbres, o por eso que llaman tu zona de confort.

Sea por lo que sea, todos tenemos un gran número de barreras que nos ponemos solos, a nosotros mismos. Y justamente por eso, son barreras más altas, más resistentes y más fuertes.

Tú detecta cuando te muevas para decidir, si tienes cerca, alrededor, encima o enfrente una barrera construida por ti misma, heredada o comprado con sangre y buenas costumbres.

Decide, entonces, si vas a respetarla y mantenerla ahí, o vas a empujarla o pasar por encima.

Consérvalas sólo si suman, y te hacen más sano y más libre. Así decidirás siempre mucho mejor.

Actúa con intención

Actuar sin intención es andar perdido.

Solamente si te mueves con intención, con intencionalidad, podrás ir contestándote, a cada paso ¿por qué hago esto y por qué es importante que lo haga?

Eso no quiere decir que sólo hagas cosas trascendentales. Para nada quiere decir eso. Divertirse, saltar y jugar como un niño, pasar ratos sin hacer absolutamente nada, darte espacios de relax, de descanso, de descuido, también son acciones que tienen su sentido dentro de tu mundo. Hacer todo eso, también es una manera de decidir y de actuar con intencionalidad.

La idea es que no te encuentres haciendo nada que hagas sin saber ni cómo, ni por qué ni para qué.

Poner intención a tus acciones es una manera de poner sentido y propósito a tu vida.

Así decidirás siempre mejor y con mejores resultados.

Conecta los puntos

No podrás jamás construir un universo que sea de tu auténtica propiedad si no vas uniendo los puntos. Con esto quiero decir. Cada idea que te resuene, cada objetivo con el que sueñes, cada aprendizaje que conquistes, cada imagen que te enseñe algo, tú deberás coleccionarla. Deberás ir guardándola para ir tejiendo el tejido de tu vida.

Pero no te servirán de nada si están flotando a tu alrededor o en el interior de tu mente, de tu alma o de tu conocimiento, sin estar unido a otras ideas experiencias o elementos que le vayan dando sentido.

Al principio parece algo sin importancia. Como parecen sin importancia los movimientos que va dando el artesano que empieza a tejer. Solo cuando te le das tiempo y te alejas para tomar perspectiva, es que te das cuenta del sistema que hacen todos los puntos juntos. Te das cuenta de cómo conectando los puntos, ha creado algo muy superior a la suma de cada elemento.

Usa la fuerza en la disciplina

La disciplina es lo que transforma en un paraíso el cajón de las especies.

Si tú tienes cientos de especies para dar sabor a lo que guisas y te permites guardarlas sin orden ni concierto, no sabrás jamás ni cómo dar con un determinado olor y sabor, ni menos aún, cómo repetirlo cuando quieras volver a disfrutarlo.

De manera que tú acostumbra a darle a cada idea su sitio, a cada acción su momento, a cada paso su espacio. Igual que hace el buen tejedor, que una vez que hace un punto en una vuelta de lana, no sigue de ninguna manera tejiendo si no asegura lo que ya ha conseguido, haciendo detrás un nudo que lo deje fijado.

De modo que tú, cuando hagas, repetirás en tu cabeza: «puntada y nudo}, «puntada y nudo» que es como hacen las cosas las personas disciplinadas.

Apóyate en la fuerza de la curiosidad

No hay mejor manera que entender cómo funcional el mundo que verlo como un sistema,. Eso ya lo hemos dicho. Pero no hay mejor manera de entender en qué sistema estás inmerso, estás metido, que tocarlo todo, olerlo todo, probarlo todo. Conocer desde la curiosidad. Como un niño que recién echa a andar.

Esa es la manera de proteger el espacio en el que podrás tomar tus decisiones. Desmóntalo todo, vuelve a montarlo, pregúntalo todo, compruébalo todo. no des nada por bueno si te pica la curiosidad. Tú ve a ver. Y como Santo Tomás, si hace falta , mete el dedo en la llaga y mira si sangra.

Si alguien te dice, «¿Por qué dudas, hombre (mujer), de poca fe?» tú contesta, sereno, «Porque es para dudar, probar, conocer y comprobar es que he venido a este mundo»

Eso te dará una fuerza descomunal, porque sabrás más que muchos.

Fija tus propias reglas

Fuera de ti, de tu espacio personal, de tu diálogo contigo mismo, hay mucha ruido. Y hay ruido porque hay mucha gente. Todos quieren decir, sugerirte, mandarte, ordenarte cómo vivir, cómo actuar. Todos quieren indicarte cómo deben ser tus creencias, tus convicciones. Decirte qué debe gustarte y qué no, qué debes acercar y qué alejar.

Tu actúa siempre según la regla de Oro. No hagas a nadie lo que no quieres que te hagan a ti. Pero, una vez cumplida esa regla, tú diseña tu vida, tus actos, tus ideas, tus convicciones, tus relaciones y tus emociones, exactamente como te dé la gana.

Mientras no dañes de manera directa o indirecta a nadie, no permitas que nadie te obligue con sus propias reglas.

Diseña tú tu propia vida.

Planifica como un militar

Dicen que el éxito está en aprender a «planificar como un ¡general y a ejecutar como un soldado». Y creo que es muy cierto.

Cuando definas la estrategia, el foco y el objetivo de tus acciones, mira la globalidad, evalúa los recursos y piensa en todo como una gran escenario donde se desarrollará una gran película con muchas escenas y diferentes personajes. Y en esa fase, tú atiende a todos.

Y luego, cuando llegue el momento de ejecutar, de implementar, de desarrollar sobre el terreno, tú ejecuta ordenadamente, como un soldado. No dudes a cada paso de tus acciones. Cumple las órdenes que tú mismo te diste cuando estabas en la fase de diseñar la escena.

Es en ese ir a y venir entre los dos roles, cuando podrás asegurar el éxito de tus ideas y las acción es para ponerlas en marcha.

Persevera con la determinación de un monje budista

El monje que se encierra en un gran edificio donde reina el silencio y la quietud, tiene que tener un espíritu muy determinado para ir vaciando lentamente su mente hasta que alcanza el nirvana.

Sabe que habrá miles de luces que le llamarán para distraerle de su objetivo. Pero el monje recuerda con verdadero tesón cuál es su objetivo, y va vaciando, paso a paso su mente, hasta que consigue que el mundo exterior se desvanezca y su conciencia quede en suspenso hasta permitirle llegar aun estadio superior.

Tú has de hacer eso mismo en el empeño por atender a tu objetivo, perseguirlo, y atarlo a tu realidad hasta que se transforme en el éxito de todos tus esfuerzos.

 

LOS SEIS ACCIONABLES

 

CONTRA LOS DOCE MALVADOS

Bloqueo

  1. Cambia tu perspectiva dando un paseo breve.
  2. Consulta a alguien con un punto de vista diferente.

Confusión

  1. Identifica y elimina la información irrelevante.
  2. Establece tus prioridades claramente.

Incertidumbre

  1. Toma una decisión provisional para avanzar.
  2. Confía en tu intuición cuando los datos no son claros.

Pensamientos rumiantes, ideas intrusivas

  1. Desvía tu atención a una actividad física rápida.
  2. Habla con alguien de confianza para alivianar tu mente.

Círculo vicioso

  1. Interrumpe el patrón con una acción inesperada.
  2. Identifica y cambia un pequeño hábito diario.

Inseguridad

  1. Actúa como si ya tuvieras confianza.
  2. Busca retroalimentación positiva en tus acciones recientes.

Culpa

  1. Reconoce el error y enfócate en soluciones.
  2. Comparte tus sentimientos con alguien cercano.

Miedo

  1. Divide el desafío en pasos más pequeños y manejables.
  2. Recuerda momentos pasados en los que superaste miedos.

Caos

  1. Simplifica tu entorno eliminando lo innecesario.
  2. Concentra tu energía en una tarea a la vez.

Opinión ajena

  1. Confía en tu propio juicio.
  2. Selecciona cuidadosamente a quién escuchar.

Descontrol

  1. Establece una rutina simple y sigue un plan básico.
  2. Concéntrate en lo que puedes controlar ahora.

Baja autoestima

  1. Reconoce tus pequeñas victorias diarias.
  2. Busca actividades que te hagan sentir competente y valioso.

LAS DOCE CLAVES
Saber Mirar para Decidir

  1. Busca patrones en la información.
  2. Escucha tanto lo dicho como lo no dicho.

Reflexión y Auto conversación

  1. Dialoga contigo mismo como lo harías con un amigo.
  2. Evalúa tus pensamientos desde diferentes ángulos.

Decisión como Poder Personal

  1. Reconoce cada decisión como un acto de autoafirmación.
  2. Toma decisiones que reflejen tu verdadero ser.

Cambio y Adaptabilidad

  1. Ve cada cambio como una nueva posibilidad.
  2. Adáptate rápidamente ajustando tus planes en el acto.

Superación de Limitaciones

  1. Busca continuamente formas de expandir tus capacidades.
  2. Transforma cada desafío en una lección de crecimiento.

Importancia de la Acción

  1. Convierte tus ideas en acciones concretas.
  2. Mide tu progreso mediante tus logros diarios.

Disciplina y Acción

  1. Construye una rutina diaria que te fortalezca.
  2. Realiza acciones consistentes que impulsen tu avance.

Pensamiento Integral y Sistémico

  1. Analiza cómo cada parte afecta al todo.
  2. Anticipa las conexiones y resultados a largo plazo.

Curiosidad como Motor

  1. Explora continuamente nuevos conocimientos y experiencias.
  2. Permite que tu curiosidad te guíe hacia innovaciones.

Desafío a las Normas Sociales y Auto-Imposiciones

  1. Rompe moldes para encontrar nuevas soluciones.
  2. Cuestiona tus propias restricciones y amplía tus horizontes.

Valor del Tiempo

  1. Haz de cada momento una inversión valiosa.
  2. Dedica tiempo a lo que te impulsa y enriquece.

LA BUENA DECISIÓN Y LOS CINCO SOLDADOS

Seis honrados servidores me enseñaron cuanto sé; sus nombres son cómo, cuándo, dónde, qué, quién y por qué.

Rudyard Kipling

Ejemplo UNO: Decidir cambiar de trabajo.

Cómo:

¿Cómo lo haré?: Voy a actualizar mi currículum y empezar a buscar nuevas oportunidades en línea.

¿Qué necesito?: Necesito un currículum actualizado, una carta de presentación convincente y tiempo para investigar.

Cuándo:

¿Cuándo es el mejor momento?: Planificaré mi búsqueda de empleo para los próximos tres meses, dedicando una hora diaria.

¿Qué plazo tengo?: Me daré un límite de seis meses para encontrar y empezar en un nuevo puesto.

Dónde:

¿Dónde buscaré?: Me centraré en buscar trabajos en mi ciudad, pero también consideraré opciones de trabajo remoto.

¿Qué contexto debo considerar?: Evaluaré empresas locales y también buscaré en plataformas de empleo remoto.

Qué:

¿Qué quiero lograr?: Quiero encontrar un trabajo que me apasione y que me ofrezca crecimiento profesional.

¿Qué detalles necesito saber?: Buscaré puestos que se alineen con mis habilidades y expectativas salariales.

Quién:

¿Quién está involucrado?: Hablaré con mis mentores y amigos que ya han cambiado de trabajo para obtener consejos.

¿Quién hará qué?: Yo seré responsable de la búsqueda, pero pediré a mi red que me informe sobre oportunidades.

Por qué:

¿Por qué quiero hacerlo?: Quiero cambiar de trabajo porque estoy buscando más desafíos y mejores oportunidades de crecimiento.

¿Qué impacto tendrá?: Este cambio me permitirá desarrollarme profesionalmente y aumentar mi satisfacción laboral.

 

 

Ejemplo DOS: Decidir lanzar un nuevo producto.

Cómo:

¿Cómo lo haré?: Realizaré un estudio de mercado y desarrollaré un prototipo del producto.

¿Qué necesito?: Necesito investigar a mi audiencia, obtener materiales para el prototipo y preparar una estrategia de marketing.

Cuándo:

¿Cuándo es el mejor momento?: Planeo lanzar el producto a principios del próximo trimestre para aprovechar la temporada alta de ventas.

¿Qué plazo tengo?: Me daré tres meses para tener todo listo y realizar el lanzamiento.

Dónde:

¿Dónde lo lanzaré?: Inicialmente, lanzaré el producto en mi tienda online y en algunos puntos de venta locales.

¿Qué contexto debo considerar?: Evaluaré las plataformas de venta más efectivas y las necesidades del mercado local.

Qué:

¿Qué quiero lograr?: Quiero introducir un producto que resuelva un problema específico de mis clientes y genere nuevas ventas.

¿Qué detalles necesito saber?: Necesito entender las características que valoran más mis clientes y cómo diferenciar mi producto de la competencia.

Quién:

¿Quién está involucrado?: Colaboraré con un diseñador para el prototipo y un especialista en marketing para la promoción.

¿Quién hará qué?: Yo me encargaré de la investigación y desarrollo del producto, el diseñador creará el prototipo y el especialista en marketing preparará la campaña.

Por qué:

¿Por qué quiero hacerlo?: Quiero expandir mi línea de productos para atraer a más clientes y aumentar los ingresos.

¿Qué impacto tendrá?: Este nuevo producto me permitirá diversificar mi oferta y mejorar la competitividad de mi negocio.

PEDIR FEEDBACK

 

DO
1) Pregunta a las personas adecuadas:

Solicita feedback de personas que tengan conocimientos relevantes o experiencia en el área que te interesa mejorar.

2) Sé específico:

Indica claramente sobre qué aspecto necesitas feedback. Por ejemplo, «¿Qué piensas sobre la claridad del capítulo 2?» es mejor que »¿Qué piensas sobre mi libro?»

3) Haz preguntas abiertas:

Formula preguntas que inviten a respuestas detalladas, como «¿Cómo crees que podría mejorar esta presentación?» en lugar de «¿Te gustó la presentación?»

4) Elige el momento adecuado:

Pide feedback en un momento en que la persona tenga tiempo para darte una respuesta considerada y detallada. Evita pedirlo cuando sabes que está muy ocupada.

5) Acepta críticas constructivas:

Muestra apertura y disposición a mejorar. Agradece tanto los comentarios positivos como las críticas constructivas

DON’T
1) No te pongas a la defensiva:

Evita discutir o justificar tus acciones cuando recibas feedback. Escucha y reflexiona antes de responder.

2) No pidas feedback de manera vaga:

Pedir «dame tu opinión sobre esto» sin especificar qué aspecto deseas revisar puede resultar en comentarios poco útiles.

3) No ignores el feedback negativo:

No deseches automáticamente las críticas negativas. Analiza cómo puedes utilizarlas para mejorar.

4) No olvides dar seguimiento:

Después de recibir feedback, es útil demostrar que has considerado los comentarios y, si es apropiado, cómo has implementado mejoras. Esto muestra respeto y valor por la opinión de los demás.

5) No interrumpas al recibir feedback:

Deja que la persona termine de hablar antes de responder. Las interrupciones pueden dificultar la comunicación y la comprensión completa de los comentarios.

 

MIRAR PARA DECIDIR

Base cero

Imagina que empiezas desde cero y no tienes nada. Esto te ayuda a pensar en lo que realmente necesitas, sin estar influenciado por lo que ya tienes.

Mirar el hueco

Busca dónde faltan cosas o hay oportunidades que nadie ha visto aún. A veces, el mejor camino es el que nadie está usando.

¿Qué falta, qué sobra?

Mira lo que tienes y decide qué es realmente importante. ¿Hay algo que no necesitas o que te está estorbando? ¿Hay algo que falta y que sería muy útil?

¿Cuál es la esfera de reloj en esta situación?

Piensa en tus decisiones como una esfera de reloj. Cada paso sigue al anterior en un orden lógico, como las horas en un reloj. No puedes llegar a las 4 sin pasar por las 3 primero. Esto te ayuda a ver tus acciones como parte de un sistema completo.

Usa los dedos de la mano como termómetro

Mira tu mano cuando tengas que decidir algo. El dedo del medio es como la opción más normal o balanceada. Los dedos a cada lado son opciones menos extremas, y los de los extremos son las más radicales. Es como una escala de 1 a 5, donde el 3 es el punto medio y los otros dedos te muestran opciones a cada lado.

 

FRASES SALVAVIDAS

Estas frases pueden ayudarte a mantener la calma y la claridad cuando tomes decisiones bajo presión.

 

  1. “Pero, ¿yo qué quiero realmente?”
    • Recuerda tus deseos y necesidades principales, no te dejes llevar por la presión externa.
  1. “Esto ya lo analicé.”
    • Confía en tu proceso de pensamiento y análisis previo. No dejes que las dudas te paralicen.
  1. “¿Qué es lo peor que puedo aceptar?”
    • Evalúa el peor escenario posible que estás dispuesto a tolerar, para tomar decisiones más claras y valientes.
  1. ¿Cuál es la versión más simple de esto mismo?
  • No te compliques. Encuentra la solución más sencilla que funcione.
  1. ¿Qué pensaría mi abuela de esto? (esta idea, este procedimiento, esta decisión, etc)
  • Imagina cómo vería esta decisión alguien con sabiduría y experiencia, como tu abuela. Su perspectiva puede ofrecer claridad.

 

1) pero ¿yo qué quiero realmente?
2) esto ya lo analicé
3) ¿qué es lo peor que puedo aceptar?
4) ¿cuál es la esfera del reloj de esta decisión?
5) los dedos de la mano como termómetro

Mira tu mano cuando tengas que decidir algo. El dedo del medio es como la opción más normal o balanceada. Los dedos a cada lado son opciones menos extremas, y los de los extremos son las más radicales. Es como una escala de 1 a 5, donde el 3 es el punto medio y los otros dedos te muestran opciones a cada lado.


EN CUANTO LO DECIDAS, TENGO 3 MANERAS DE AYUDARTE CON MI EXPERIENCIA EN ESTE ASUNTO Y OTROS SIMILARES:

1.- PARA AYUDARTE A DECIDIR

Una larga y completa sesión (teléfono u online). Totalmente sesión confidencial, uno a a uno.

Para

  • Pulir tu idea
  • Hacerte de abogado del diablo
  • Hacer ping-pong para verle mejoras
  • Ver si hay sesgos o trampas o columnas ocultas que tu perspectiva no te mostró
  • Ayudarte a preparar cómo la presentas, cómo la comunicas.
    • Sea a socios, accionistas, compañeros o jefes. O a un cliente o proveedor o un familiar a quien le toque.
    • Cada uno tiene su enfoque, su ángulo, sus palabras y su tono.
    • los miraremos todos.
    • Prepararemos argumentos y hasta tono y palabras para que todo sea más fluido y sin fricciones.

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2.- PARA AYUDARTE ANTES DE DECIDIR

Hay momentos en que sabes que tienes que decidir pero aún no lo has puesto en marcha.

Porque

  • te abruma,
  • te desborda,
  • por miedo o inseguridad,
  •  porque lo intentas y se lía
  • o se ve como imposible de aterrizar en acciones concretas, con un plan y un método.

A todos nos ha pasado esto.

  • EN 12 sesiones repartidas en TRES MESES, una cada semana, pasaremos desde tu idea a un plan concreto, que podrás empezar a poner en marcha.
  • Con mi ayuda, mi consejo
  • Con mis recursos (planes, esquemas, modelos, contratos, formularios, etc.)

Yo he pasado más de 100.000 CIEN MIL horas decidiendo, DE TODO

¡Es el momento de que tú le saques partido!

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3.- SI ESTÁS BLOQUEADO EN EL PROCESO

Hay veces en que todos, incluso los más expertos y con más habilidades, nos bloqueamos. Todo se enreda, las ideas parecen tener vida propia, o parecen desaparecer en cuanto quieres concretarlas.

Y llega la ansiedad, o el desánimo. Llegan las dudas, el miedo de no estar a la altura. Llega el BLOQUEO.

Yo lo conozco. Sé cómo se siente. Por eso sé cómo se rompe.

Un Mes Intensivo

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