Bienvenido a Brasson sur Fleuve
Brasson sur Fleuve es el sitio de tu descanso. Pasea a tu antojo.
Si a veces te parece que la casa cambia de aspecto, no hagas caso, es un guiño de tu imaginación 😉
La historia
Brasson sur Fleuve fue creado para ofrecerte un espacio dentro de mi libro Gobiérnate a ti mismo.
Se cuenta así:
Si la idea es que puedas gobernarte a ti mismo gestionando bien tu propia energía, has de buscar modos de generarla, además de invertirla y ahorrarla. Donde no necesites un club, un gimnasio, hacerte socio, pagar una cuota, tener un carné, un hábito, un sistema o un horario. Algo que puedas poner en marcha sin necesidad de que haya más gente. Autonomía, libertad y privacidad.
Así que vas a generar energía como la generan los niños: jugando, paseando, bailando y riendo.
Imagina esto
Una casa en medio de una campiña con ligeras colinas, rodeada de campos de cultivo. Una casa de tamaño generoso, pero no grande
Unos árboles cerca para poder sujetar un columpio y dar sombra a una mesa de piedra que está ahí debajo. Estás en primavera, y en el jardín, que es muy natural, hay flores silvestres nuevas. Unas son rojas y otras amarillas. Puedes cortarlas para ponerlas en un jarrón alto, de barriga gorda y boca ancha, liso, de loza blanca, parecido a los que se usaban para echar agua en las palanganas.
Corre una brisa refrescante. Son las 11:30 de la mañana.
¿Lo ves?
Pues ahora te añado que estamos en el siglo XIV (14 en números romanos). Por eso no hay carreteras cerca, ni autovías, ni aeropuertos. Sólo caminos por los que de cuando en cuando pasa algún carruaje o carreta.
De manera que hay silencio, y el sonido natural que hay en el campo: pájaros y animales. Suena como sonaba el silencio en las calles durante los confinamientos de la pandemia. Ese silencio, pero sin miedo.
¿Lo oyes?
En esa casa se puede correr en el jardín, coger agua fresca del pozo, beber sidra o vino en porrón y sentarte frente al fuego. Hay gallinas que dan huevos. Y un huerto pequeño con tomate, lechuga, zanahoria, puerro y espinaca. No hay acelgas, no se dan bien.
En el sembrado de la izquierda crece trigo y en la derecha calabaza y girasoles.
El olivo da aceitunas, el limonero, limones. Las dos higueras dan higos, el naranjo da azahares, además de dar naranjas y el mandarino, mandarinas.
En el parterre detrás de la cocina crece romero, malva, perejil y hierbabuena.
¿Lo hueles?
Pues, ahora vas a recargar energía ahí. ¿Sabes qué puedes hacer en un lugar como ese?
¡Exacto!
Todo eso puedes hacer ahí. Y además, puedes pasear y reírte y jugar y acercarte a un río y perseguir a los perros y jugar con los niños y bailar sin que haya música. Puedes comer pan con aceite y untarle ajo y tomate. Y ponerle algún embutido si no eres vegetariano.
Ese sitio se llama Brasson sur Fleuve. Y me lo inventé.
¿De verdad me dices que eso no te recarga de energía, aunque estés ahí sólo media hora?
Si quieres leer el libro, entra aquí